La granadilla, que dexado el sa|
bor, i olor de su fruta, en hojas, i
flores traslada al vivo todos los
instrumentos, que intervinieron en
la dolorosa Passion de nuestro Redentor, cosa que ha obligado à que
muchos, i graves Autores, no solo
naturales, sino estranjeros, reparen
en sus mysterios, i los celebren en
prosas, i versos.
Otros, cuyas hojas en cayendo en el agua, se convierten en piedras, ô en pajaros.
Otro llamado
Lebete, en Manila, que no prende sino sobre rocas, i peñas vivas, aunque esten
debaxo del agua, i las taladra, i abraça de suerte con sus raizes, que
despues de crecido, puede apostar
con ellas en duracion; de que sacò
una pia i moral advertencia el Botero en su Primavera.