Lo qvinto, de los mesmos
principios, i de la semejança de las
Encomiendas, i de los mayorazgos, infiero, que de la manera que
en estos, por solos sus llamamientos, i el ministerio de la ley, en muriendo el ultimo posseedor, passa
luego la possession civil, i natural,
ò como los nuestros dizen, civilissima, en el siguiente llamado, sin
aprehension alguna, como lo dispone la ley de Toro,
i lo comentan
i ilustran los muchos Autores que
tratan de su materia, i en particu
lar nuestro Gregorio Lopez, que
disputa, si la ley ò estatuto,
puedẽ
pueden
hazer, que la possession se adquiera, ò transfiera sin corporal aprehension. Assi tambien en nuestras
Encomiendas, se haze el mesmo
traspasso de possession en los llamados à la succession de ellas, sin
tener necessidad de aprehenderla
corporalmente, ni aun de despachar nuevo titulo en el que sucede.