CAlices,
ſson llamados, va
ſsos cõ que fazen el
ſsacrificio, del cuerpo de nue
ſsto
ſseñor Ie
ſsu Chri
ſsto. E como quier, que en el comienço, dela fe, v
ſsaron los
ſsantos padres, a fazer lo, en va
ſso de madero, e de vidro, de
ſspues non lo tuuo por bien
ſsanta egle
ſsia, que
ſsacrifica
ſsſsen enellos, por e
ſstas razones. Porque el caliz de madero non es tan cerrado, como el otro de metal, e entra
ſse enel, aquello que y meten, e porende q̃ daria enel, alguna parte, dela
ſsangre de Ie
ſsu Chri
ſsto, por quel clerigo nõ la podria con
ſsumir complidamente, como deuia. Nin otro
ſsi non
ſse podria biẽ lauar
ſsin que finca
ſsſse y alguna co
ſsa. E aun tuuo por bien
ſsanta Egle
ſsia, que nõ lo fizie
ſsſsen en va
ſso de vidro, porq̃ es flaco, e quebranta
ſse ligeramente: e poder
ſseya verter, delo q̃ en el e
ſstuuie
ſsſse. E por de
ſsuiar e
ſstos peligros, fue e
ſstable
ſscido, que non fizie
ſsſsen el
ſsacrificio,
ſsi non en calices de oro, o de plata,
e e e
ſsto, por hõ tra, de nue
ſstro
ſseñor Ie
ſsu Chri
ſsto, e de
ſsu
ſsanto cuerpo, e por apo
ſstura, de
ſsanta Egle
ſsia: Pero enlas Egle
ſsias pobres, que non podie
ſsſsen auer tales calices, como e
ſstos, bien los pueden auer de e
ſstaño.
f E de ningun otro metal, nõ
ſse pueden, nin deuen fazer,
ſsi non de alguno de
ſstos tres metales
ſsobre dichos. Ca
ſsi los fizie
ſsſsen de fierro, orine
ſscer
ſseyan ayna, e non
ſse podrian bien lauar. Nin los deuen fazer de cobre, nin de alãbre, porque
ſson metales que los que v
ſsan con ellos a beuer dan les voluntad de vomitar, lo que deue
ſser mucho guardado, que non acaezca, al que recibe, el cuerpo, e la
ſsangre, de nue
ſstro
ſseñor Ie
ſsu Chri
ſsto. Nin los deuen otro
ſsi fazen de plomo, porque es ne gro en
ſsi e tiñe
ſsiempre, e non
ſse puede bien alimpiar.