A los quales, en la isla Española, que fue la primera, que se descubrio i poblò por don Christoval
Colon llamaban en su lengua
Caciques, i de ai los nuestros, à los demas que en otras Regiones hallaron en el mesmo cargo, les fueron
dando comunmente este proprio
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nombre, aunque (como se dexa entender) cada una en su lengua los
tendria diferentes, i en las del Perù
sabemos, que los
llamabāllamaban Curacas,
i en las de Mexico
Tecles, como lo
advierten Acosta, Matienzo, Zieza, i otros Autores,
que dizen los
podemos comparar à los Duques,
Condes, Marqueses, i otros Señores de vassallos de nuestra España,
i refieren, que oficio, dignidad, i potestad tenia i exercia quando Infieles, especialmente en el Perù, donde se sabe,
q̃que los Incas, como dilataron su Imperio por mas de mil
leguas, dividieron las provincias
en pueblos, i los pueblos en ciertas Classes, ò parcialidades de Indios, i de estas, la una llamaban
Anansaya, que quiere dezir, la de arriba, ò la superior, i la otra
Vrinsaya, que quiere dezir, de abaxo, ò
la inferior, i à cada una daban distinto Curaca, i à cada diez Indios
un Decurion, i à cada ciento otro, i
otro à cada mil, i otro à diezmil,
cuyo cargo era el mas principal, i
i le llamaban
Huno: i sobre todos
estos, en cada provincia presidia otro, à quien los demas respetaban,
i obedecian, i este avia de ser de la
sangre Real de los mesmos Incas,
i les daba cuenta particular cada
año de lo que en su provincia passaba; esto fuera de otros Questores
ò Veedores que por ellas traian
secretamẽtesecretamente repartidos, à los quales llamaban
Tucuiricos, que es lo
mesmo que si dixessemos, los que
todo lo ven. I se pueden assimilar
à los Curiosos i Estacionarios, que
los Romanos para el mesmo efeto
tenian repartidos en las provincias, de que ay textos i titulos en
derecho,
i los Caciques, Curacas, ò prefectos, mayores, i menores, à los Irenarchas de los mesmos Romanos, que
erāeran como Adelantados ò Marescales, que se ponian en cada provincia para guardarla, i mantenerla en buenas costumbres, i
principalmẽteprincipalmente tener en
paz, i entera seguridad los caminos, i caminantes, de los quales
tābientambien se halla frequente mencion en
derecho.