I ultimamente, que siendo esta
Regalia de las Alcavalas tan preciosa, i inestimable, i tan digna de
que solo se deba, i pague à los Reyes, como lo advierte con suma
prudencia Fray Domingo de Soto, i Iñigo de Lassarte, que le refiere,
es, i serà muy digno de su
grandeza, que ya que en España,
por los muchos juros que sobre
ellas han vendido, las tienen como abdicadas, i enagenadas casi
del todo de su Corona Real, se
tẽgatenga la mano en no ir haziendo lo
mesmo de las de las Indias, que
aunque no niego ni ignoro, que ay
Autores,
que en alguna manera
les permiten estos empeños, para
el socorro de apretadas, i urgentes necessidades, lo que aconsejo
es, que entiendan, i teman, que pueden verse en otras mayores, como
la experiencia lo va
mostrādomostrando por
nuestros pecados. I que assi, contentandose, i acomodandose
cōcon los
frutos, dexen en pie las tierras i arboles que los rinden, trayendo à la memoria el apogtema del Magno Alexandro,
que solia dezir,
q̃que
aborrecia al hortelano, que arrancaba los arboles, ò hortaliça de
quaxo, i el de nuestro Iurisconsulto Celso,
que refiere, aver oido à
los viejos, que es facil de perder, i
consumir el dinero, que no tiene
otro de renta, i resguardo, para
quando se acabe, cerca de lo qual
dizen mucho Erasmo, i otros Autores.