Pero ningunas pueden considerarse mejores que las que ellas
mesmas especifican, conviene à saber la mucha mano que tales ministros
podriā
podrian
tener en pedir i ad|
quirir para si, i los suyos las Encomiendas, defraudando con esto de
el premio dellas à los mas benemeritos, para quienes se instituyeron, ò introduxeron. I obrando
esse mesmo favor, en que no fuessen
castigados, como convenia, los excessos que cometiessen contra los
Indios Encomendados.