Pero sin embargo de lo que dexo advertido cerca de estas prohibiciones de Ministros, i Consejeros, vemos muchas vezes, que la
Magestad Real, que es el dueño
absoluto de estas Encomiendas, i
de sus leyes, como lo advierte
biẽ
bien
,
hablando de ellas, un Autor grave,
las suele dar à sus Consejeros,
Virreyes, i otros de los assi prohibidos, quando sus meritos, i servicios mueven su pecho, i clemencia
à gratificarselos con semejante remuneracion, i parece, que no se excede mucho en esto, pues los
q̃
que
administran con inteligencia, fidelidad, i cuidado las cosas de las Indias, i de la
distribuciō
distribucion
de los premios de ellas, dignos pueden i deben ser tal vez, de alcançar de ellas
algun bocado, como del buey que
trilla, lo dixo el Deuteronomio.