DIos es comien
ço,
a
e medio, e acabamiento de todas las co
ſsas, e
ſsin el
b
ninguna co
ſsa puede
ſser: ca por el
ſsu poder
ſson fechas,
c
e por el
ſsu
ſsaber
ſson gouernadas,
d
e por la
ſsu bõdad
ſson mantenidas
e
. Onde todo ome que algun buen fecho qui
ſsiere començar, primero deue poner, e adelantar a Dios en el
f
, rogandole e pidiendole merced, que le de faber, e voluntad, e poder, porque lo pueda bien acabar. Porende nos don Alfon
ſso
g
por la gracia de Dios Rey de Ca
ſstilla, e de Toledo, e de Leon, e de Galizia, e de Seuilla, e de Cordoua, e de Mur cia, e de Iaen, del Algarue,
h
entendiendo los grãdes lugares q̃ tienen de Dios
i
los reyes en el mundo, e los bienes que del re
ſsciben en muchas maneras
ſseñaladamente en la muy gran honrra que a
ellos faze, queriendo que ellos
ſscan llamados Reyes, que es el
ſsu nombre
[k]
E otro
ſsi, por la iu
ſsticia que han de fazerpa ra mantener los pueblos de que
ſson
ſse
ñores, que es la
ſsu obra
l
: e conociẽdo la muy gran carga, que les es con e
ſsto, fi bien no lo fizie
ſs
ſsen: no tan
ſsolamente por el miedo de Dios que es tan podero
ſso e iu
ſsticiero, a cuyo iuyzio han de venir
m
, e de quiẽ
ſse no pueden por ninguna manera a
ſsconder, ni e
ſscu
ſsar: que
ſsi mal fizieren, no ayan la pena que merecen: mas avn porla verguença
n
e la afren ta delas gentes del mundo que juzgan las co
ſsas, mas por voluntad
o
, que por derecho
p
. E auiendo
ſsabor de nos guar dar de
ſstas afrentas e del daño que ende nos puede venir. E otro
ſsi, la muy grande merced que nos Dios fizo en querer que vinie
ſs
ſsemos del linage
q
onde venimos, e el lugar en que nos pu
ſso, faziendonos
ſseñor de tantas buenas gentes, e |
de tan grãdes tierras, como el qui
ſso me ter
ſso nue
ſstro
ſseñorio. Catamos carreras porque nos, e los q̃ de
ſspues de nos reyna
ſs
ſsen en nue
ſstro
ſseñorio,
ſsopie
ſs
ſsemos
a
ciertamẽte los derechos para mantener los pueblos en Iu
ſsticia e en paz. Otro
ſsi, porq̃los entẽdimiẽtos delos ornes q̃
ſson departidos
b
en muchas maneras
ſse acor da
ſssen en vno, cõ razõ verdadera e derecha, para cono
ſscer primeramẽte a Dios, cuyos
ſson los cuerpos e las almas q̃ es
ſse
ñor
ſsobre todos, e de
ſsi a los
ſseñores tẽporales, de quien re
ſscibẽ bien fecho en muchas maneras: cadavno en
ſsu e
ſstado,
ſsegũ
ſsu mere
ſscimiẽto. Otro
ſsi, q̃ fizie
ſssẽ aq̃llas co
ſsas q̃ fue
ſssẽ tenidas por buenas, e de q̃
les vinie
ſs
ſse biẽ: e
ſse guarda
ſssẽ de fazer yerro q̃ les e
ſstuuie
ſs
ſse mal, e de q̃ les pudie
ſs
ſse venir daño, por
ſsu culpa. E porq̃ todas e
ſstas co
ſsas no podriã fazer los omes cũ
plidamẽte,
ſsino cono
ſscie
ſssẽ cada vno en
ſsu e
ſstado, ql es lo q̃ le cõuiene q̃ faga en el, e de lo q̃
ſse deue de guardar. E otro
ſsi, delos e
ſstados de las otras co
ſsas a q̃ deuẽ
obedecer. Pore
ſs
ſso fablamos todas las co
ſsas e razones q̃ a e
ſsto pertene
ſscen. E fezimos ende e
ſste libro, porque nos ayudemos nos del e los otros q̃ de
ſspues denos vinie
ſssẽ cono
ſsciẽdo las co
ſsas, e oyendo las ciertamẽte: ca mucho cõuiene a los re yes e
ſseñaladamẽte a los de
ſsta tierra, cono cer las co
ſsas
ſsegũd
ſson, e e
ſstremar
c
el de recho del tuerto, e la mẽtira dela verdad: ca el q̃ no
ſsupiere e
ſsto, no podra fazer la iu
ſsticia biẽ e cũplidamẽte, q̃ es a dar a cada vno lo q̃ le cõuiene cũplidamẽte, e lo
q̃ mere
ſsce. E porq̃ las nr̃as gẽtes
ſson leales, e de grãdes coraçones: por e
ſs
ſso a mene
ſster q̃ la lealtad
ſse mãtenga cõ verdad, e la fortaleza de las voluntades con derecho, e con iu
ſstitia: ca los reyes
ſsabiendo las co
ſsas que
ſson verdaderas e derechas, fazerlas han ellos, e no con
ſsentiran alos otros que pa
ſs
ſsen cõtra ellas:
ſsegũd dixo el rey Salomon
[d] que fue
ſsabio y muy ju
ſsticiero, q̃ quando el rey e
ſstuuie
ſs
ſse en
ſsu Cadira de iu
ſsticia q̃ ante el
ſsu acatamiẽ
to
ſse de
ſsatã todos los males. Ca pues q̃
lo entendiere, guardara a
ſsi e a los otros, de daño. E por e
ſsta razõ fezimos
ſseñaladamente e
ſste libro: porq̃
ſsiempre los reyes del nue
ſstro
ſseñorio
ſse catẽ en el an
ſsi como en e
ſspejo: e vean las co
ſsas q̃ an en
ſsi de enmẽdar, e las enmiẽden, e
ſsegund aque
ſsto q̃ fagan en los
ſsuyos. Mas porq̃
tantas razones, ni tan buenas como auia mene
ſster para mo
ſstrar e
ſste fecho, no podiamos nos fablar por nue
ſstro entendito, ni por nr̃o
ſse
ſso, para cũplir tan grand obra e tan buena, a corrimonos dela merced de Dios e del hendicto
ſsu fijo nue
ſstro
ſseñor Ie
ſsu Chri
ſsto, en cuyo esfuerço nos lo comẽ
çamos, e de la virgen
ſsanta Maria
ſsu madre, q̃esmedianera entrenos e el e de toda la
ſsu corte cele
ſstial: e otro
ſsi de los dichos dellos.
e
E tomamos de las palabras e de los buenos dichos q̃ dixerõ los
ſsabios, q̃ entendierõ las co
ſsas ra zonadamẽte,
ſsegũd natura e delos derechos de las leyes, e de los buenos fueros
q̃ fizieron los grãdes
ſseñores, e los otros omes
ſsabidores de derecho, enlas tierras
q̃ ouierõ de juzgar. E pu
ſsimos cada vna de
ſstas razones do cõuiene. E a e
ſsto nos mouio
ſseñaladamẽte tresco
ſsas. La primera, el muy noble e bienauenturado rey do Fernãdo
[f] nr̃o padre q̃ era cũplido de ju
ſsticia e de derecho, q̃ lo qui
ſsiera fazer
ſsi mas biuiera: e mãdo a nos q̃ lo fizie
ſs
ſse mos: la
ſsegũda, por dar ayuda e esfuerço alos q̃ de
ſspues de nos reyna
ſssẽ, porq̃ pu die
ſssẽ mejor
ſsufrir la grãlazeria etrabaio
q̃ an de mãtener los reynos, los q̃ lo bien qui
ſsie
ſssẽ fazer. La tercera, por dar carrera alos omes de cono
ſscer el derecho e la razon, e
ſse
ſsupie
ſssẽ guardar de fazer tuerto ni yerro, e
ſsupie
ſssẽ amar e obede
ſscer alos tros
ſseñores q̃ de
ſspues de nos vinie
ſs
ſsen. E e
ſste libro fue comẽ
çado
[g] a fazer e a cõ
poner, vi
ſspera de S. Iuan Bapti
ſsta, a quatro años e. xxiij. dias andados del comiẽ
ço del nr̃o reynado, q̃ comẽ
ço quando andaua la AEra de Adam en cinco mill e veynte vn años Hebraycos
[h]
, e dozien|
tos e ochẽta e
ſsiete dias. E la AEra del diluuio,
[b]
en quatro mili e trezientos e cinquenta e tres años Romanos, e ciento e cinco dias mas. E la AEra de Nabucodo no
ſsor en mill e nouecientos e nouenta e ocho años Romanos, e nouenta dias mas. E la AEra de
c
Felipo el grand rey de Grecia, en mill e quinientos e
ſse
ſsenta e quatro años Romanos, e veyntey dos dias mas. E la AEra del gran Alexandre de Macedonia, en mili e quinientos e
ſse
ſsenta e dos años Romanos, e dozientos e quarenta e tres dias. E la AEra de Ce
ſsar
d
en mill e dozientos e ochenta e nueue años Romanos, e ciento e cinquẽ
ta dias mas. E la Aera
e
de la Encarnacion en mill e dozientos e cinquenta e vn años Romanos, e ciento e cinquenta e dos dias mas. E la AEra de los Arauigos
f
en
ſsey
ſscientos e veynte nueue a
ños Romanos, e trezientos e vn dias mas. E fue acabado de
ſsde que fue començado a
ſsiete años cumplidos.