EScriuieron los
ſsantos padres muchas maneras de penitencias, porq̃ los omes fue
ſsſsen
ſsabidores de las fazer complidamente: e dixeron que penitencia es
f arrepentir
ſse ome, e doler
ſse de
ſsus pecados, de manera q̃ non aya mas voluntad de tornar a ellos: e
ſson tres maneras della. La primera es la que llaman los clerigos
ſsolene: que quiere dezir, como penitencia, quees fecha con grande deuocion. E e
ſsta fazen los omesen quare
ſsma, de
ſsta gui
ſsa. Aquellos que la han de fazer, deuẽ venir ala puerta de la Egle
ſsia, el primero miercoles de quare
ſsma
g, de
ſscalcos e ve
ſstidos de paño de lana, q̃
ſsea vil
h e rafez, e traher las caras a tierra baxadas con grãde omildad, mo
ſstrãdo
ſse en e
ſsto por culpados del pecado que fizieron, e q̃ an grand voluntad de fazer penitencia del, e deuen y e
ſstar con ellos
ſsus arcipre
ſstes e los clerigos de las egle
ſsias, donde
ſson parrochanos aquellos q̃ oyeron
ſsus penitencias. E de
ſspues de
ſsto deue
ſsalir el obi
ſspo con los clerigos ala puerta dela Egle
ſsia, a re
ſscebirlos e meter los dentro, rezando los
ſsiete p
ſsalmos pe nitenciales, c
ſstando los pre
ſstes e el obi
ſspos llorando e rogãdo a Dios por ellos que los perdone. E de
ſsque los p
ſsalmos fueren rezados, deue
ſse leuantar el obi
ſspo
i de la oracion: e poner las manos
ſso bre las cabeças de aquellos penitenciales, e poner les la ceniza en ellas, e echan doles agua bendita, e cobriendo gelas con cilicio, e diziendo les e
ſstas palabras
ſso
ſspirando e llorando. Que a
ſssi como Adam fue echado del paray
ſso, a
ſssi han de
ſser ellos echados por
ſsus pecados dela Egle
ſsia. E
ſstonce deue mandar alos que ouierẽ orden de ho
ſstiario, que los echen fuera della: e echandolos, deuẽ yr los clerigos empos dellos, diziendo vn re
ſspon
ſso que comiença a
ſssi. In
ſsudore vultus tui ve
ſsceris pane tuo. Que quiere dezir: en
ſsudor de la tu cara, e en lazeria de tu cuerpo, comeras tu pã. E de |
uen morar ala puerta de la Egle
ſsia, toda la quare
ſsma, en cabañuelas, e el dia
ſsanto del Iueues de la cena, deuen venir de cabo los arcipre
ſstes, e los clerigos q̃ oyerõ las cõfe
ſssiones de todos aq̃llos omes, e pre
ſsentar los otra vez ala puerta de la Egle
ſsia, e de
ſsi meter los: e deuen e
ſstar enla Egle
ſsia alas horas, fa
ſsta el domingo de las ochauas. Mas non deuen comulgar, nin tomar paz en aq̃llos dias conlos otros, nin han de entrar de
ſspues en la Egle
ſsia, fa
ſsta la otra quare
ſsma, faziẽdo a
ſssi cada año, fa
ſsta que
ſsea acabada la penitẽcia. E quando la acabaren, deue los recõciliar el Obi
ſspo: ca non lo puede otro fazer. E de
ſsque fueren reconciliados, pueden entrar enla Egle
ſsia, e fazer como los otros fieles Chri
ſstianos.