Ley. XXII. En quantos caſsos puede el perochano de vn clerigo, confeſsſsarſse a otro, e nõ al ſsuyo.

PErrochano de vna egleſsia, dize la ley ante deſsta, q̃ nõ ſse puede confeſsſsar a otro: pero caſsos ay d ſseñalados, en que lo puede fazene eſstos ſson cinco. El primero es, quãdo ſsu clerigo nões en tendido, para que le pueda dar conſsejo: e quiere yr a otro q̃ lo ſsea mas que aq̃l, mas deue gelo primero demandar: e ſsi otorgar non gelo quiſsiere, puede ſse que rellar a ſsu mayoral e, e non puede ſser, q̃ quãdo gelo moſstrare, como lo faze por pro de ſsu alma, que non le plega: e que le nõ de conſsejo. El ſsegũdo caſso es quã do dexa ſsu perrochia, e ſse va a morar a o tra f: ca eſstõce bien ſsepuede confeſsſsar ſsin otorgamiẽto de ningũ clerigo dela otra. El tercero es, quando anda de vna tierra en otra, non auiendo voluntad de aſsoſsegar g en vn logar: ca eſstonce puede ſse confeſsſsar, con qualquier clerigo que ſsea ſsolo, que aya poder de cõfeſsſsar, e de dar penitencia. El quarto caſso es, quando dexa ſsu caſsa, e va por tierra o por mar, buſscando otro logar donde more h o va en pelegrinaje, o en mercaderia, o por otra razon qualquier: ca eſstonce puede ſse confeſsſsar alla donde va, aſssi como de ſsu ſso dicho es. El quinto, quando el que es perrochano de vna Egleſsia, faze pecado en otra i: ca eſste a tal bien ſse puede confeſsſsar, ſsi quiſsiere, al clerigo de la otra perrochia, donde fizo el pecado. E deue ſse confeſsſsar cada vno, podiendo auer el clerigo, lo mas ayna k que pudiere: ca tanto mas agraua el pecado el alma del ome, quanto mas en el eſsta.
Loading...