Lo mesmo, i con el mesmo ò
mayor cuidado, fue encargando à
otros Governadores de otras provincias, en las dilatadas de la Nueva-España, donde llaman à estas
reducciones, ò poblaciones,
Agregaciones, i antes que se le mandasse
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nada cerca de ellas, conocio su
grāgran
importancia don Fernando Cortès, i las puso lo mejor que pudo
en execucion, luego que las acabò
de pacificar, i convertir; pero por
averse mucha parte dellas arruinado, ò desamparado por las injurias del tiempo, i las que los Indios recebian de los Españoles,
con que muchos se avian buelto à
vivir en los campos; el Virrey
Conde de Monterrey tuvo ordenes apretadas para repararlas, ò
hazer las de nuevo, en los puestos
que mas conmodos pareciessen, i
assi lo procurò executar con mucho cuidado, sin embargo, que se
le ofrecieron en ello grandes contradiciones, i dificultades, i que se
experimentò, que à los Indios se
les hazia tan duro dexar los ranchos, donde ya se avian aquerenciado, que algunos de ellos se dexaban morir, antes que reducirse, como lo refieren los Padres Fray
Iuan de Torquemada, i Fr. Iuan
Zapata,
doliendose mucho este
ultimo de las penalidades que por
esta causa padecieron los Indios,
siendo assi, que de ellas fue la causa su culpa.