I esto parece que reconocieron
los señores Reyes Catolicos don
Fernando, i doña Isabel, pues no
contentos con las Bulas, i concessiones Apostolicas, que dexo referidas, para lo tocante à la conquista, i ocupacion de las Indias, i para poder llevar los diezmos dellas; i con aver reservado para si
el derecho de Patronazgo, que se
reservaron en las erecciones de las
primeras Iglesias Catedrales, que
en ellas fundaron, de que trata Antonio de Herrera, i yo dirè luego,
pusieron particular cuidado, en que la dicha santa Sede les
diesse privilegio especial de este
Patronazgo, i encargaron en primer lugar el cuidado de la suplica dèl al Comendador don Francisco de Rojas, que era à la sazon
su Embaxador en Roma, i despues à otros que le sucedieron en
este cargo, mandandoles, i instruyendoles, que procurassen fuesse
plenissimo, i ad instar del que se
les avia concedido de proximo para todo lo Eclesiastico del Reino
de Granada, desuerte, que pudiesse tambien elegir, i presentar Prelados, i que se admitiessen, i recibiessen los assi nombrados, i presentados, cuidando de esto, i de
su execucion el Arçobispo de Sevilla. I que por ser tan grande la
distancia de los lugares, se prorrogasse à diez i ocho meses, el termino de los quatro, que por derecho comun està concedido à los
Patronos legos para presentar. I
que
tambiẽtambien se les permitiesse, que
los mesmos Reyes, por si, ò por
las personas à quien lo cometiessen, pudiessen hazer las diuisionede los Obispados, i Diocesis, i
constituir, i señalar sus mojones;
como todo mas largamente puede constar por las cartas, i instrucciones, que refiere Antonio de Herrera.