I no lo omitio Adan Contzena,
pues aviendo hablado, i alabado
mucho, con Nicolao Belo, los
CōsejosConsejos, i Consejeros de España, como ya lo he dicho, haze especial
memoria del de las Indias, i de su
ereccion, i buenos efetos, i añade,
que mediante el cuidado, i providencia de tan gran Senado, està
aora puesto en buen govierno, i
perfeccion todo lo que toca à sus
provincias, con ser tantas, i tan remotas, i dilatadas, i se mira mucho por la libertad, i buen tratamiento de los Indios, i se premian,
ò castigan las acciones, de los que
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proceden bien, ò mal entre ellos, i
todos los ciudadanos se contienen
en sus oficios, i obligaciones, en
tātotanto grado, que aunque en Roma,
cōcon
estar ya aquel Imperio tan entablado, i crecido, no passaban diez
años sin que sintiessen muchas sediciones, alteraciones, i rebeliones en las provincias à el sujetas,
i en esta Monarchia de las Indias,
con estar tan apartada, i ser en si
tan basta, i difussa, i tener tanta ocasion de comunicarse con enemigos, i con infieles Barbaros, i tener
todos los que la habitan tanta licencia para pecar, apenas se han
oido motines, ni sediciones considerables, exceptas aquellas del
Perù, que tan breve, como prudentemente atajò, i reprimiò el
Licenciado de la Gasca. I
finalmẽtefinalmente concluye, que todo esto es señal
de
q̃que este, i aquel Reino
tienẽtienen buenas leyes, i buenos juezes, con que
se conservan en paz, i en justicia,
provincias esparciadas por el Oriente, i el Occidente. I en todas
ay puestos Visitadores, i personas
que embien al Rey, i à su Consejo, fieles, i plenas relaciones de lo
que passa, con que facilmente se
llegan à entender, i oprimir los
principios de qualquier maquinacion, insolencia, o levantamiento
que se intente, i se conocen, i castigan sus Autores.