SAnto tanto quiere dezir, como co
ſsa afirmada
l en bien: e e
ſsta afirmança
ſse entiende
ſseñaladamente, por la fe que ouieron, e por las buenas obras que fizieron en ella, porque
ſse allegaron a firme e
ſstado de gloria, que non
ſse puede mudar. Ca los omes que atales fueren en
ſsu vida, mere
ſscen
ſser llamados Santos, de
ſspues de
ſsu muerte. Pero ninguno non puede auer e
ſste nome,
ſsin otorgamiento de la Egle
ſsia de Roma
m. Ca el Apo
ſstolico
n deue mandar
ſsaber primeramente de que vi|
da
a fue el que qui
ſsiere otorgar por
ſsanto,
ſsi
ſsufrio por amor de Dios muchos trabajos: e
ſsi biuio en ca
ſstidad, e fizo otras buenas obras: e deue
ſsaber
ſsi era de buena fama en aquella tierra, donde mo raua, e
ſsi era man
ſso e omildo
ſso, e
ſsin mal ca en tales como e
ſstos, embia Dios
ſsu gracia. Otro
ſsi deue preguntar,
ſsi fue per
ſseguido por amor de Dios, e por amparar la fe: e avn deue
ſsaber,
ſsi fizo milagros
b en
ſsu vida, e de
ſspues de
ſsu muerte, e quales fueron. E quando todas e
ſstas co
ſsas e otras
ſsemejantes dellas
ſsopiere ciertamente del pueblo, el Apo
ſstolico otorgue gelo por
ſsanto ome, cõ cõ
ſsejo delos Cardenales
c, e faga lo
ſsaber cõcejeramẽte a los perlados, e a los otros omes buenos que y fuerẽ, porq̃
ſsean ende te
ſstigos. E deue e
ſstable
ſscer la fie
ſsta con horas, e mandar la e
ſscriuir en el martilojo, e a tal como e
ſste llamãlo
ſsanto canonizado.